Puesto a punto por primera vez por la Tonelería Saury en 2000, el proceso de inmersión consiste en sumergir la barrica, con las duelas colocadas en forma de campana, en un baño de agua caliente a más de 80°C.
Al salir de la inmersión, la barrica se doma de manera clásica, el tostado (Ligero, Lumière o Medio largo, Medio, Medio + o largo) interviene en un segundo tiempo. En el trascurso de esta etapa esencial que permite revelar los aromas de la madera, el tonelero efectúa un tostado suave y penetrante con el fin de provocar la evaporación progresiva del agua contenida en la madera y alcanzar la intensidad deseada de tostado.
En la cata, los vinos presentan una boca equilibrada y armoniosa.
La barrica aporta una mayor flexibilidad y dulzor al vino a la vez que disminuye el aporte tánico y el amargor.
La frescura aportada por la barrica subraya la fruta del vino.
Las sutiles notas de vainilla, de tostado y de especias completan el perfil aromático del vino en función de la intensidad del tostado.
Además del proceso de domado de las barricas, el origen de los bosques, el tiempo de secado, la selección de la madera y el tostado son otros tantos criterios que matizan el perfil de la barrica.
No duden en ponerse en contacto con su comercial Saury para elegir la opción que mejor se adapte al perfil de su vino y de sus expectativas.