La viticultura en Georgia es una de las más antiguas del mundo, un gran número de lingüistas considera que la etimología de la palabra «vino» procede del término georgiano «gvino», que designa el delicioso néctar que se extrae de las uvas. En recientes excavaciones arqueológicas, se han descubierto jarras de cerámica con residuos de vino de más de 8.000 años de antigüedad.
En la actualidad, el viñedo georgiano ocupa más de 40.000 hectáreas y el país cuenta con más de 540 variedades autentificadas.
El kvevri o qvevri, un modo de vinificación ancestral
Georgia también es conocida por su modo de vinificación ancestral, típico del país: el método qvevri. Este método consiste en dejar fermentar las uvas en racimos enteros (con los raspones) durante cinco a seis meses (https://ich.unesco.org/fr/RL/la-methode-georgienne-de-vinification-a-lancienne-dans-des-kvevris-traditionnels-00870) en grandes jarras ovoides de arcilla, enterradas en la tierra. La elaboración del vino en Georgia está muy extendida en todas las familias: cada una tiene su propia viña, su bodega y su especialidad. Pero todas comparten el mismo método de elaboración artesanal, declarado Patrimonio cultural inmaterial por la UNESCO en 2013.
El qvevri es el lugar donde dejan fermentar y envejecer el zumo de uva con sus hollejos tras la cosecha. Este arte, transmitido de generación en generación, se mantiene en la actualidad en muchos pueblos del país, en los que todos participan en la vendimia. Precisamente, es esta ausencia de filtrado y este contacto con la arcilla lo que da al vino georgiano su inimitable sabor y su fama mundial.
Una vez concluida la fermentación alcohólica, los qvevris se llenan y se cierran herméticamente. Los procesos de fermentación y de crianza se realizan de la forma clásica, excepto por un descube tardío que tiene lugar en febrero o marzo. El resultado son unos vinos bastante tánicos, pero equilibrados en boca con notas de orégano que resultan muy interesantes. Las lías depositadas en el fondo de los qvevris ofrecen un aspecto reductor al vino.
Desarrollo de la crianza en barricas
A pesar de que solo el 3 % de los vinos georgianos se elaboran en los qvevris, este modo de vinificación se mantiene como un ideal romántico que celebra la historia del país.
En la actualidad, los vinicultores se interesan cada vez más por la crianza en barricas y desean aplicar una crianza larga. La duración media actual de la crianza de los vinos georgianos en barricas es de 6 a 10 meses.
Existen numerosas variedades y tipos de vino, siendo el principal el Mukuzani, DOC de vino tinto, asociado a menudo con la crianza en barricas nuevas de roble francés.
Aconsejados por David Machavariani, agente georgiano de Tonnellerie Saury, los viñedos Teliani Valley han depositado su confianza en nuestra tonelería y han optado por la barrica L’Écrin para criar sus vinos durante más de 18 meses. La elección de las maderas, combinada con granos cuidadosamente seleccionados, permite que el vino se desarrolle plenamente en la barrica L’Écrin durante un largo periodo de crianza, logrando así el equilibrio deseado, a la vez que se respeta la fruta y el esplendor de los aromas.
Otros viticultores han decidido utilizar barricas en lugar del qvevri para la crianza de los vinos blancos. Para estos vinos, la estructura tánica es tan importante como para el vino tinto.
Los viñedos Kindzmarauli Marani han elegido la barrica Saury Immersion, que realza las cualidades aromáticas de las variedades de uva blanca asociadas a tostados medios o «Lumière», lo que permite desarrollar la redondez del vino y aportar más complejidad con sutiles notas amaderadas.
Sobrevolamos el viñedo georgiano
Georgia recupera su viñedo de calidad reduciendo las superficies plantadas. En la actualidad, cuenta con 18 DOC distribuidas de la siguiente forma: 10 de vinos blancos y 8 de vinos tintos.
Las 4 regiones de producción más importantes en Georgia son Kakheti, Kartili, Iméréti y la región del Racha.
Las diferentes variedades
Kakheti representa más del 70 % de la producción, las variedades son la Saperavi, variedad dominante tinta, la Mtsvane y la Rkatsiteli, variedad dominante blanca que da vinos con un buen equilibrio.
Existen otras variedades en Georgia, como por ejemplo la Imereti, la Tsitska, la Tsolikauri, la Krakhuna, la Aleksanrouli y la Mudzuretuli.
Los vinos georgianos de renombre
El Tsinandali es un vino blanco seco producido en la región de Kakheti a partir de dos variedades: Rkatsiteli y Mtsvane. Es de ligero color paja y aroma floral afrutado. Disfruta de un periodo de envejecimiento de 3 años, la mitad de ellos en barricas de roble.
El Kindzmarauli es un vino tinto semi-dulce resultante de la variedad Saperavi, que se cultiva en el distrito de Kvareli, en Kakheti. Este vino es del color de la cereza madura y su sabor es ligeramente acidulado.
El Akhasheni es un vino tinto naturalmente semi-dulce que se elabora con la variedad Saparevi. Es de color rubí oscuro, con un armonioso sabor a chocolate y una textura sedosa.
El Khvanchkara es un vino tinto natural semi-dulce producido con uvas Aleksanrouli y Mudzuretuli cultivadas en los viñedos de Hvanchkara en la región de Racha, en Georgia occidental. Este vino posee un buqué fuerte muy característico y un perfil bien equilibrado con aroma de frambuesa. De color rubí oscuro, el Khvanchkara es uno de los vinos semi-dulces georgianos más populares.
Sobre la exportación
La producción total del país en 2020 fue de 283.000 toneladas de uva dedicadas a la vinificación de vino o brandy.
La mayor parte se destina a la exportación (93 millones de botellas).
Una parte se comercializa en el país (los georgianos consumen entre 15 y 20 L de vino a granel por persona al año).
Las exportaciones de vinos georgianos no dejan de crecer, en especial desde 2013, con la reapertura del mercado ruso (11 millones de botellas vendidas). China y Polonia siguen siendo mercados prometedores, como quizá lo sean pronto Estados Unidos y Reino Unido, a los que Georgia desea atraer.
Conocemos más a fondo al agente de Tonnellerie Saury en Georgia: DAVID MACHAVARIANI
Titular del DNO de Burdeos, David Machavariani regresa a Georgia en 2006 para ejercer como enólogo consultor. Desde hace15 años, David ha vinificado cientos de miles de hectolitros de vino y ha asesorado a numerosas bodegas. Con el paso de los años, ha sabido establecer excelentes relaciones con la mayoría de los vinicultores del país y asesora a los jóvenes enólogos, que son el motor actual de la enología georgiana. David representa a Tonnellerie Saury para la venta de barricas, y también comercializa tapones y otros productos enológicos.
Desde 2015, elabora su propio vino, en 2020 produjo 1000 Hl de vino de alta gama (50 % vinificado en qvevris) y acaba de iniciar la edificación de su propia bodega, que tendrá una capacidad de producción de 500.000 botellas.